martes, 6 de marzo de 2012

USUARIO LINEAS 119 Y 120 SGO. DEL ESTERO


            Soy un mortal peatón y usuario de las lineas 119 y 120 del transporte público en nuestra Ciudad Capital de Santiago del Estero. Que el incidente haya sido superado, no quita el contenido de fondo. Hay que estar en la piel de quienes usan estos servicios para sentir los motivos que lastiman su dignidad y orgullo. Entonces, cargar sobre el estado, empresa, gremio y asociados; no es una mera observación y considerar su actitud como de la misma hilacha. Mientras se sucintaban estos hechos  según el Boletín Gubernativo “El Liberal” del 09-02-2012 informaba en su titulo de tapa, que miles de usuarios fueron afectados por paro sorpresivo de los colectivos arriba mencionados e inmediatamente por debajo otro título donde muestra al estado provincial ocupado en sus aeropuertos.        
Opinión
Al momento de observar un hecho ciudadano o republicano en la vida institucional municipal, provincial o nacional actual. Parto de la idea que estoy frente un estado sin políticas nobles, ineptas y ociosas  (por lo tanto, considero a esta fórmula un trípode capas a cualquier corrupción).
         Como usuario de las líneas de colectivo 119 y 120 en nuestra ciudad capital (habito en el B° Belgrano). Puedo observar no una, sino, innumerables anomalías. Desde una elemental prestación de servicio público de pasajeros (unidades en buen estado y ajustadas a las exigencias), hasta, el cumplimiento de las mínimas reglas de funcionalidad, consideración y cortesía (recorrido de la misma, paradas para ascender o descender, frecuencia de horarios, trato correcto al destinatario de la línea de referencia, etc. etc. etc…). 
         En la oportunidad, tenemos como responsables del paro de servicios el miércoles 08-02-2012. No solo al estado, sino, también a la empresa prestadora del servicio y al secretariado del gremio que agrupa a los trabajadores y a  los trabajadores mismos del servicio apuntado. Donde también anida el trípode de mi preocupación.
Bien, mi solidaridad es con el cobro de salario justo en tiempo y forma. En la oportunidad, estimo que los trabajadores son el “pato de la boda”, a pesar que los mismos apañan a su gremio y patronal cuando un usuario reclama por el cumplimiento del servicio y enredados en justificativos reaccionan con enojo ante el requerimiento. Me pregunto y para no ir más atrás ¿cual fue el promedio de días de cobro durante 2011?, porque no entiendo como en esta Argentina del crecimiento, un salario no pueda guardar un resto de previsión hasta digamos diez días del mes siguiente y en nombre de ese derecho perjudicar en forma artera a otros asalariados (todavía quedan los que viven de su trabajo) impidiéndoles llegar a su puesto de responsabilidad. Para no decir “chantaje”, digo, estar ante presión de intereses ajenos a los asalariados.   
Juan Luis Coria DNI 8.127.919 (Sgo. del Estero, febrero 10-02-2012) juanluiscoria@gmail.com

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